lunes, 5 de marzo de 2012

El fútbol bien jugado

Kopa, Rial, DiStéfano, Puskas y Gento
Recientemente estuve viendo en Marca TV el partido de semifinales de la entonces llamada Copa de la UEFA entre el Real Madrid y el Inter de Milán correspondiente a la temporada 1985-86. El encuentro, jugado en el Santiago Bernabeu madrileño, tuvo un tiempo extra en el cual el conjunto que entonces dirigía desde el banquillo Luis Molowny consiguió superar a los italianos y de esta forma acceder a la final en la que se enfrentaría al Colonia alemán.

El encuentro tuvo una importante dosis de furia, de lucha, aportada por ambos conjuntos pero especialmente por parte del equipo merengue. Hasta jugadores tan aparentemente fríos como fueron Soso Gallego o Míchel pusieron toda la carne en el asador para que el partido se decantara de su lado. Y había que ver de qué forma se empleaban.

En el fútbol actual muchas de las acciones de ambos contendientes serían consideradas no ya falta sino tarjeta amarilla o incluso expulsión directa. Pues bien en muchas ocasiones no se señalaba infracción de ningún tipo. Afortunadamente el fútbol ha cambiado y el estamento arbitral -si algo tiene de bueno- es que protege en mayor medida que en pasadas épocas la integridad física de los jugadores.

Juanma Lillo
Marca TV emite en su espacio 'Fútbol de Leyenda' partidos de otras épocas en los que, además del locutor habitual, en los comentarios del encuentro de turno cuenta con la presencia del entrenador Juan Manuel Lillo. Siempre demostró Lillo su gusto por el fútbol bien jugado. En sus comentarios demuestra un profundo conocimiento del deporte del balompié y una capacidad de análisis francamente interesante. Su capacidad de expresar lo que ve es de una claridad meridiana.

Sin embargo creo que su conocimiento de la historia del fútbol es claramente limitado. Y lo demuestra. Eso o que sus opiniones son claramente tendenciosas en contra del Real Madrid por algún motivo que yo al menos desconozco.

En un encuentro anterior al citado -creo que enfrentaba al Real Madrid con el Nápoles- Lillo se descolgaba diciendo algo que parece estar en los mentideros de la afición española desde hace ya tiempo. Decía el entrenador que en el estadio Santiago Bernabeu lo que importa es ganar. No cómo. Que a la afición le da igual si el equipo juega o no bien al fútbol. Que eso es prioridad en el Camp Nou, en Barcelona, pero no en el Madrid.

Es evidente que Juanma Lillo, como ya digo antes, o no conoce la historia del Real Madrid o quiere dar una versión del mismo que no es la real. Esto me lleva dando vueltas hace ya tiempo y tenía ganas de plasmarlo de una vez en este blog. Lo que sí es cierto es que el aficionado del Bernabeu siempre ha pedido y exigido lucha y entrega al jugador que vistiera la camiseta de este club. Esto no excluye jugar bien. Para nada. Echando mano de la historia hay muchos ejemplos de ello.

El aficionado actual se lleva de esta forma una impresión errónea sobre lo que ha sido y es el Real Madrid. Siendo el Barcelona el equipo que mejor juego ha realizado en los últimos años parece de estar forma que el conjunto culé es la bandera por antonomasia del buen juego. Nadie va a negar que los blaugranas han desarrollado gusto por jugar bien al fútbol durante décadas. De ahí a que eso les haya hecho ganar títulos siempre va un mundo. Precisamente ese espíritu indomable ante la derrota de los capitalinos es de lo que han carecido los barcelonistas en múltiples ocasiones.

¿Regueiro, DiStéfano, Gento, Puskas, Kopa, Amancio, Míchel, Zidane, Figo o Ronaldo no jugaban bien al fútbol?

Señor Lillo o aprende usted historia o explique el porqué de su desacertada opinión.

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