Aunque pueda parecerlo este Blog no pretende ser una página de obituarios que glose el fallecimiento de cada futbolista que desaparezca de este mundo. Sin embargo, no podía pasar por alto la noticia de la desaparición del que fuera guardameta, en España, del Atlético de Madrid y del Español de Barcelona, Marcel Domingo.
En sus tres temporadas en el club rojiblanco -en algunos medios se citan sólo dos- ganó dos títulos de Liga de forma consecutiva (1949-50 y 1950-51). Formó parte por tanto de uno de los conjuntos más exitosos que tuvieron los colchoneros en toda su historia. Con los madrileños conquistó Domingo un Trofeo Zamora, como portero menos goleado, como también lo hiciera en su etapa en el club periquito.
Internacional francés -había nacido en el país vecino- se convirtió en entrenador y dirigió en España a una gran cantidad de conjuntos. El Valencia, Málaga, Mallorca, Hércules, Granada e incluso el propio Atlético de Madrid le tuvieron en su banquillo -entre otros-. Precisamente con éste último se alzaría con el título de campéon liguero en la campaña 1969-70 rompiendo una racha de tres triunfos consecutivos del Real Madrid.
Como futbolista activo demostró su agilidad y seguridad además de su personalidad en los que consideraba sus dominios. Era espectacular así como los jerseys que lucía en cada partido -algo novedoso en el fútbol español- con todas la gama posible de colores: amarillo, rojo, azul, blanco...A pesar de estar sólo tres años en el Atlético -la Federación limitó a dos el número de extranjeros y los del entonces Metropolitano prefirieron a Ben Barek y Carlsson- sería uno de los destacados en la portería del club a lo largo de su historia.
Como entrenador se caracterizó por su valentía -decía siempre lo que pensaba- además de perfeccionar en el Calderón ese juego de contraataque que durante tantos años se identificó con los rojiblancos. Al Málaga lo llevó a las semifinales de la Copa. Aquí precisamente se convertiría en discusión para la grada tras enfrentarse a un jugador. Fue consecuencia de su carácter franco y volcánico al mismo tiempo.
El pasado viernes, día 10, nos dejaba para siempre. Permanecerá vivo en nuestra memoria.