Marquitos |
Con la última entrada aún fresca supe del fallecimiento de Marcos Alonso Imaz Marquitos. Hace escasas fechas un amigo se refirió a este blog calificándolo como blog-obituario. Si recordar y reconocer como se merece a un personaje del mundo del balompié significa tener un blog-obituario entonces lo tengo. No me molesta, no obstante, dicho calificativo.
Como dije al amigo en cuestión falté a la cita cuando nos dejaron importantes nombres como Enzo Bearzot -seleccionador campeón del mundo con Italia en 1982-, Adrián Escudero -máximo goleador de la historia del Atlético de Madrid-, Héctor Nuñez -jugador y entrenador del Valencia- o Miljan Miljanic -entrenador del Real Madrid-. No pretendo simplemente con estas líneas hacerles justicia. Ni mucho menos.
No podía, sin embargo, dejar pasar la noticia la muerte de Marquitos. Un defensa con cinco Copas de Europa, cinco Ligas, una Copa de España y una Intercontinental. Llegó desde el Racing de Santander -en su Cantabria natal- para formar parte del todopoderoso equipo blanco. Después iría al Hércules, Murcia, Calvo Sotelo y Toluca -de nuevo en su tierra-.
Permaneció ocho temporadas en el Real Madrid, de 1954 a 1962 -no diez o nueve como dicen algunos medios de comunicación-. Alcanzando la internacionalidad con el equipo absoluto de España en dos ocasiones: en 1955 (debutó frente a Francia) y en 1960 (en el mismísimo Wembley contra Inglaterra).
Jugador de fuerza, de raza y pundonor no se doblegaba ante los rivales siendo fiel representante del orgullo de aquel equipo que paseó su supremacía por Europa. Los aficionados más veteranos recordarán sus duelos a "patada limpia" en los córners con el también fallecido Ernst Happel del Rapid de Viena.
Padre de Marcos Alonso -Atlético de Madrid y Barcelona- y abuelo del jugador del mismo nombre -criado en la cantera del Real Madrid y actualmente en el Bolton Wanderers- se ha ido para engrosar definitivamente la leyenda.