Mucho se está hablando tanto por parte de la prensa como del aficionado de la calle de la posibilidad de que el trofeo que se entrega al mejor futbolista del año presente -el tan ansiado Balón de Oro- vaya a parar en esta ocasión a manos del guardameta del Real Madrid y de la selección española Iker Casillas.
Justo es reconocer que el rendimiento del citado jugador en lo que va de 2012 está siendo excelente. Después de ayudar a su equipo a ganar el título de Liga hizo lo propio con el equipo nacional llevándose el triunfo en la pasada Eurocopa de Naciones.
En los antecedentes tan sólo un guardameta inscribió su nombre en el palmarés ganador del trofeo. El aludido no es otro que el mítico Lev Yashin. Fue en el ya lejano 1963. Hay que reconocer que la empresa de conseguirlo por parte de un portero se antoja difícil. No se trata de un reconocimiento a una carrera -como algunos pretenden argumentar sin embargo-. Hay que tener claro que este premio proclama al mejor de todo un año. No valora en ningún momento el reconocimiento ni la regularidad de un jugador a lo largo de los años.
Si Ricardo Zamora es el mejor portero de la historia del fútbol Iker Casillas es el mejor portero de la historia del Real Madrid. Y se dice esto teniendo en cuenta que El Divino Zamora defendió la portería del Madrid durante seis temporadas. Tal es la importancia de Casillas.
Como digo no lo tendrá nada fácil ante jugadores como Messi o Cristiano Ronaldo. Puede Casillas pasar a engrosar la larga lista de grandes jugadores -porteros o jugadores de campo- que finalizaron sus carreras sin conseguir el preciado Balón. Da igual, él ya tiene desde hace mucho el mayor de los premios: el reconocimiento por parte del público. Ese es el mayor de todos.