Hay que reconocer que gran parte del atractivo del fútbol actual a nivel mundial se centra en la dualidad Real Madrid-Barcelona. No creo que sea exclusivamente una impresión mía. Reconozco que me gustaría que tanto la competición doméstica nacional como los enfrentamientos internacionales estuvieran más igualados que los que puede ofrecer en estos momentos el panorama futbolístico. Aunque en este deporte todo puede cambiar en cualquier momento.
Mañana miércoles podremos ver un nuevo envite entre ambos conjuntos. El primero que el sorteo de copa ha deparado para los cuartos de final entre estos dos colosos. El escenario: el Santiago Bernabeu de Madrid. El Real Madrid parte con cinco puntos de ventaja en la liga pero llega al encuentro con la neurosis que le produce cada enfrentamiento contra el equipo que dirige Guardiola. El Barcelona como el más débil como visitante de la Era Guardiola pero con los títulos de la Supercopa de España y el Mundialito de Clubes ya en su poder.
La estrategia de ambos conjuntos es siempre la misma. El Barcelona dominar la pelota y con ello controlar el partido. El Madrid intentar que el Barcelona no ejerza ese dominigo del balón y así poder realizar su juego de fuerza, rápido y directo. Otra cosa bien distinta es qué táctica aplicar para llevar a cabo los objetivos. La empresa se antoja de nuevo apasionante.
De un lado el Barça con su fútbol de toque, al pie o al espacio según convenga, elaborado, técnico, fantástico en su concepción y en su ejecución. Con las mejores individualidades del fútbol actual en la defensa como Alves o Piqué; un medio del campo inmejorable con la perfección geométrica de Xavi y la creatividad de Iniesta y un ataque donde Leo Messi se muestra incontenible e intratable para los más encopetados rivales.
Del otro lado el Madrid con su juego vertical, rápido, buscando siempre el marco contrario -hecho que le acarrea en ocasiones no pocos quebraderos de cabeza-. Cuenta también con importantes individualidades en defensa, caso de Marcelo o Ramos; un medio campo donde Xabi Alonso es pilar indiscutible por su calidad y un ataque de tremenda eficacia con Higuaín, Benzemá o el siempre polémico Cristiano Ronaldo.
Ellos están escribiendo ahora la historia del fútbol español e internacional. Suya es la oportunidad. Llegó el momento.